A la hora de cómo controlar la permanencia de vehículos en el casco urbano debemos saber que los coches ocupan casi el 70% del espacio público de las ciudades en España (68,1%) y, de media, están parados el 90% del tiempo. Esta realidad supone no solo un uso ineficiente de los recursos urbanos que condiciona la calidad de vida, provocando que haya menos sitio para zonas verdes, aceras más anchas o carriles bici, sino que también afecta negativamente a la movilidad, favoreciendo fenómenos como el tráfico de agitación.
Son algunas conclusiones que pueden extraerse del estudio Callegrafías, que analiza cerca de 500 calles de 58 ciudades españolas peninsulares e insulares. Presentado en octubre de 2023 por la asociación Red de Ciudades que Caminan, el informe deja otros datos como que el 81,6% de las calles tienen zonas de aparcamiento para coches y que, en barrios de zonas periféricas, la ocupación del espacio público por parte de los vehículos es incluso más grande (74,4% frente al 68,1% en el centro).
También muestra que, en el centro de las ciudades, casi 4 de cada 10 calles (38%) tienen algún tipo de restricción a los coches, mientras que en las zonas periféricas esta cifra es prácticamente insignificante (3%). Asimismo, son pocas las calles, céntricas o no, que presentan limitaciones absolutas a la circulación de vehículos (5%).
A lo largo de los últimos años, son muchos los municipios que han apostado por tecnologías que les ayudan a controlar la permanencia de vehículos en el núcleo urbano. Con ellas, garantizan la eficacia de medidas para promover una movilidad más eficiente y sostenible como las zonas de bajas emisiones (ZBE), las zonas de tráfico restringido (ZTR), las zonas de carga y descarga o las zonas de acceso regulado (ZAR).
Más concretamente, para combatir la permanencia indeseada de coches en el centro de las ciudades, las medidas más populares son las que buscan provocar la rotación de estos vehículos desincentivando el aparcamiento prolongado con límites de tiempo y tarifas progresivas, como la creación de zonas verdes y azules. También se puede promover el estacionamiento en la periferia para acceder posteriormente al centro en transporte público, como sucede en los modelos de aparcamiento de intercambio (P+R) como el del Área Metropolitana de Barcelona.
Tecnologías para controlar la permanencia de vehículos
Zonas de acceso regulado (ZAR)
Los sistemas de lectura de matrículas integrados en la solución zonas de acceso regulado (ZAR) permiten controlar todos los vehículos que circulan por un área concreta del municipio, sancionando a aquellos que incumplen la regulación. Además, los ayuntamientos pueden establecer restricciones de paso, con múltiples horarios y duraciones, y definir el tiempo de permanencia de los vehículos en zonas de aparcamiento municipal.
Gracias a la personalización de las normas de acceso y permanencia, los municipios que la utilizan pueden adaptar las políticas de movilidad a las necesidades específicas de cada barrio o zona, fomentando un uso más racional del espacio público.
Control y gestión de aparcamientos
Como en las zonas de acceso regulado, los sistemas de lectura de matrículas son la tecnología base de la solución control y gestión de aparcamientos, con la que los municipios pueden regular las zonas de estacionamiento municipal mediante la plataforma de explotación y gestión de datos AlphaDataManager. Además, permite la creación de un portal para usuarios en el que reservar y pagar el aparcamiento, así como integrar sistemas físicos de restricción como barreras o pilonas automáticas.
Gracias a las funcionalidades de AlphaDataManager, los ayuntamientos obtienen estadísticas sobre el uso de estas zonas de aparcamiento, como tendencias de ocupación según horas, días, meses y años, que facilitan la toma de decisiones públicas en esta materia.
Control de carga y descarga
La solución de control de carga y descarga utiliza tecnología de videovigilancia con análisis inteligente para detectar aquellos vehículos que se detienen o estacionan de forma incorrecta en zonas previamente delimitadas y señalizadas que cada municipio puede establecer libremente con diferentes horarios de restricción.
En conclusión, la implementación de tecnologías avanzadas para controlar la permanencia de vehículos en el núcleo urbano es una herramienta clave para racionalizar el uso del espacio público, mejorando el acceso a los servicios y fomentando una movilidad más sostenible y eficiente.